GESTIÓN DE INCIDENCIAS: CÓMO NO IMPROVISAR CUANDO EL CAOS TOCA A LA PUERTA
Introducción
Un ataque de ransomware, un corte de red, una fuga de datos... El caos nunca avisa con antelación. La diferencia entre una empresa que sobrevive y otra que queda tocada o hundida está en su
capacidad de responder sin improvisar.
La mayoría de las organizaciones creen que reaccionarán bien llegado el momento. En cambio, la realidad habitual es otra:
- No hay un plan escrito.
- No hay responsables claros.
- No hay protocolos de comunicación.
- Y, en mitad del caos, la gente improvisa.
La gestión de incidentes no es “ya veremos qué hacemos”. Es un proceso estructurado, y es parte esencial de cualquier estrategia de ciberseguridad sólida.
¿Qué es realmente la gestión de incidentes?
Es el conjunto de procedimientos y roles definidos que permiten a una organización:
- Detectar rápido qué va mal.
- Contener el problema para que no se propague.
- Erradicar la causa raíz.
- Recuperar los sistemas y la operativa.
- Aprender para que no vuelva a ocurrir.
Un buen plan de gestión de incidentes es, en esencia, un manual de supervivencia corporativa. Permite detectar, contener, erradicar, recuperar y aprender de cada incidente.
No es un documento bonito para enseñar a auditores: es una herramienta viva que, gestionada correctamente, puede marcar la diferencia entre una interrupción y una catástrofe.
Impactos de una mala gestión
- Impacto financiero: pérdidas directas, rescates pagados, caída de operaciones.
- Impacto legal: sanciones por incumplimiento normativo (ej. RGPD, NIS2, ISO/IEC 27001).
- Impacto reputacional: pérdida de confianza de clientes, proveedores y socios.
El ciclo de vida de un incidente
La mayoría de los marcos de referencia (NIST, ISO, ENISA) coinciden en que la gestión de incidentes debe seguir fases bien definidas:
1. Preparación
- Definir roles y responsabilidades.
- Crear procedimientos documentados.
- Realizar simulacros.
- Establecer canales de comunicación.
2. Detección y análisis
- Sistemas de monitorización y alertas.
- Clasificación de la gravedad del incidente.
- Análisis inicial de evidencias
3. Contención
- Evitar que el incidente se propague.
- Decidir medidas temporales (ej. aislar un servidor).
4. Erradicación
- Eliminar la causa raíz (ej. limpiar malware, revocar accesos).
5. Recuperación
- Restaurar la operativa de forma controlada.
- Validar que los sistemas vuelven a estar seguros.
6. Lecciones Aprendidas
- Documentar lo ocurrido.
- Analizar fallos del proceso.
- Actualizar políticas y procedimientos.
Roles clave en la gestión de incidentes
- Responsable de seguridad (CISO o equivalente): coordina el proceso y comunica con dirección.
- Equipo técnico (IT/SOC): detecta, analiza, mitiga y documenta el incidente.
- Equipo de comunicación: gestiona la información interna y externa.
- Dirección: aprueba decisiones críticas (aislamiento, notificación, recuperación).
- Asesoría legal y DPO: valoran obligaciones legales y notificación a autoridades.
Errores más comunes en la gestión de incidentes
- No documentar los incidentes leves (“ya lo arreglamos”).
- No definir criterios de severidad: todo parece urgente o nada lo es.
- Depender de una sola persona sin plan de relevo.
- No realizar revisión post-incidente (post-mortem).
Normas y marcos relacionados
La gestión de incidentes forma parte de los controles A.5.24 a A.5.29 de la ISO/IEC 27001 y se desarrolla con detalle en la ISO/IEC 27035.
A su vez, el marco NIST 800-61 y las guías ENISA CSIRT proporcionan procedimientos prácticos para detección, respuesta y mejora continua.
Todos comparten una idea: no hay seguridad sin capacidad de respuesta estructurada.
Conclusión
La gestión de incidentes no empieza el día del caos. Empieza cuando diseñas el protocolo, lo ensayas y lo entiendes.
Cada minuto de anticipación puede ahorrar horas de crisis.