Qué es la nube (realmente) y cómo usarla sin riesgos
Introducción
“La nube” no es un lugar mágico ni un concepto abstracto.
Detrás de esa palabra hay ordenadores muy físicos en centros de datos repartidos por todo el mundo.
Es decir: la nube es simplificando mucho como el ordenador de otra persona, que te presta para que tu almacenes ahí información, y al que tú accedes a través de Internet.
Lo que la hace especial no es que los datos “vivan en el aire”, sino que te permite:
- Acceder a tus archivos desde cualquier dispositivo.
- Compartir documentos, fotos o vídeos con otras personas.
- Tener copias de seguridad sin pensarlo demasiado.
El problema aparece cuando todo esto se hace sin criterio: enlaces abiertos, carpetas compartidas sin querer, fotos que aparecen donde no deberían…
Por qué importa
Cada vez más cosas dependen de la nube: fotos, trabajos, facturas, copias de móvil, WhatsApp, correo, facturación de pequeñas empresas... Y, al mismo tiempo:
- Hay más filtraciones por carpetas mal compartidas.
- Más apps móviles sincronizan datos “por defecto” sin que te des cuenta.
- Más cuentas se pierden por no tener configurada bien la seguridad básica (MFA, recuperación de cuenta, etc.).
Entender lo básico de la nube ya no es un lujo técnico: es parte de cuidar tu identidad y tu vida digital.
Qué es exactamente “la nube”
Es un servicio que te permite guardar datos en servidores externos y acceder a ellos desde cualquier dispositivo con conexión a Internet.
- Google Drive: se integra con Gmail, Android y Google Fotos.
- OneDrive: viene integrado en Windows y Microsoft 365 (Word, Excel, etc.).
- iCloud: sincroniza iPhone, iPad y Mac (fotos, archivos, contactos, notas).
- Dropbox: opción muy extendida para trabajo colaborativo y compartir archivos.
Ventajas de usar la nube
- Acceso desde cualquier sitio: no dependes de un solo dispositivo.
- Sincronización automática: cambias algo en un dispositivo y se actualiza en el resto.
- Copias de seguridad integradas: si se rompe el móvil, no pierdes todo.
- Colaboración sencilla: varios usuarios pueden trabajar sobre el mismo documento.
Riesgos que casi nadie explica
- Enlaces públicos sin querer: compartes un archivo “solo con alguien” y en realidad cualquiera con el enlace puede verlo.
- Fotos delicadas sincronizadas sin control: lo que creías que estaba solo en tu móvil también está en la nube.
- Cuentas compartidas: varias personas usan la misma cuenta de Google/Apple para todo.
- Apps de terceros: conectas aplicaciones que tienen más permisos de los que deberían (lector de PDFs, edición, etc.).
Cómo revisar tu nube en Google (Drive, Fotos, Gmail)
- Entra en Google Drive → sección “Compartido conmigo” y “Compartidos”: revisa qué has compartido y con quién.
- Selecciona archivos/carpetas → botón derecho → “Compartir” → comprueba si está en “Cualquiera con el enlace”. Cámbialo a “Restringido” si no hace falta que esté abierto.
- En tu Cuenta de Google → Seguridad → Apps de terceros con acceso: elimina las que no reconozcas o ya no uses.
- En Google Fotos, revisa los Álbumes compartidos y ciérralos si ya no tienen sentido.
Cómo revisar tu nube en Microsoft (OneDrive)
- Entra en OneDrive → mira la sección de Compartidos (contigo y por ti).
- Comprueba enlaces de acceso: si aparecen como “cualquiera con el vínculo”, valora limitarlo a personas concretas.
- En tu cuenta de Microsoft → Privacidad y seguridad → revisa dispositivos y apps conectadas.
Cómo revisar tu nube en Apple (iCloud)
- En tu iPhone/Mac: Ajustes → iCloud → revisa qué se está sincronizando (Fotos, Archivos, Llavero…).
- En la app Archivos (iOS/macOS): mira las carpetas en “iCloud Drive” y revisa qué estás compartiendo.
- En Ajustes → tu nombre → “Compartir en familia”: comprueba qué está compartido y con quién.
Algunos errores comunes
- Usar la misma cuenta de Google/Apple en toda la familia, mezclando fotos, contactos y archivos.
- Confiar en que “si está en la nube, está seguro” sin revisar quién puede verlo.
- Subir fotos de DNI, contratos o documentos médicos sin cifrado previo.
- Conectar Drive/OneDrive/iCloud a apps desconocidas: lectores de PDFs, herramientas de firma, apps móviles…
Cifrar antes de subir: cuándo tiene sentido
Para información muy sensible (documentos legales, informes médicos, datos de clientes), es recomendable cifrar antes de subir:
- Usa un ZIP con contraseña (7-Zip, por ejemplo) para agrupar y proteger varios archivos.
- Crea un contenedor cifrado con VeraCrypt si necesitas algo más robusto.
- Comparte la contraseña por un canal distinto (no en el mismo correo ni chat).
Checklist rápida
- ¿MFA activado en tu cuenta principal (Google / Microsoft / Apple)?
- ¿Has revisado qué carpetas/archivos están compartidos y cómo?
- ¿Has eliminado apps de terceros que ya no usas?
- ¿Sabes qué fotos están realmente en la nube?
- ¿Cifras los documentos más sensibles antes de subirlos?
Conclusión
La nube no es el enemigo. El problema es usarla en piloto automático.
Cuando entiendes qué subes, con quién lo compartes y qué significa un enlace público, la nube pasa de ser un riesgo a convertirse en una herramienta poderosa.
En Gondor creemos que la seguridad digital empieza por ahí: no en prohibir la tecnología, sino en enseñarte a usarla con criterio.